Principios, reglas y protocolos del ballet
El ballet clásico es una forma artística
muy lógica. Está conformado por ejercicios, pasos, posiciones y poses
para los que existe una terminología francesa. Los principios, reglas y
protocolos determinan la forma en la que se ejecutan sus ejercicios y
sus pasos; estas reglas y protocolos distinguen al ballet de otras
formas de danza. Su estructura teórica provee el marco, que aplicado
correctamente logra el nivel clásico demandado por este arte.
Los principios generales del ballet
clásico incluyen los conceptos de alineación, rotación, distribución del
peso, postura, transferencia del peso, colocación, elongación (pull –up),
compensación, contrabalance, aplomo y balance (equilibrio). Aunque
estos principios serán examinados individualmente, es necesario aclarar
que en el transcurso de la clase se encontrarán siempre
interrelacionados. Es difícil estudiar cualquiera de estos principios
sin analizar su relación con los demás. El aprendizaje y aplicación de
estos principios es un proceso progresivo. La asimilación intelectual y
kinesiológica de estos principios enriquecerá la experiencia motriz de
los alumnos permitiendo el desarrollo de una sólida técnica de base.
PRINCIPIOS
- Alineación
La alineación corporal puede definirse
como una buena postura en su sentido más clásico. Una adecuada
alineación corporal es la base esencial para desarrollar la técnica del
ballet. Para el bailarín de ballet esta alineación integra
constantemente la cabeza, el torso, los brazos y las piernas en una
totalidad coherente, mientras el cuerpo se mueve a través del espacio o
mientras se mantiene una posición. La alineación es un principio
primario y dinámico que se mueve eficientemente como un todo y es
sensible a los movimientos de sus partes. El cuerpo entero es como una
estructura de bloques: si uno de los bloques está desalineado se afecta
el resto que esté por encima o por debajo. Una vez el cuerpo está
desalineado, otras partes del cuerpo realizan compensaciones que causan
aun mayor desalineación y eventualmente lesiones: todas las
articulaciones mayores del cuerpo se pueden ver afectadas.
- Rotación. (en dehor o turn-out)
La rotación externa de las piernas es la
característica más distintiva del ballet clásico; dicha rotación debe
emanar de la cadera. El fémur rota por la acción de varios músculos,
entre ellos seis músculos rotadores de las caderas: prirformis, abductor
interno, quadriceps femoral, gemelli interior, gemelli superior y
obturador externo. El control muscular de la pelvis, las piernas y el
abdomen es esencial para mantener una correcta alineación del cuerpo y
facilitar la rotación. La rotación se extiende a través de los muslos,
las piernas y los pies, alineando las rodillas con la pelvis y los pies.
La rótula estará por encima del segundo y tercer dedos del pie. El
tobillo se encuentra perpendicular al piso, de manera que el pie no
ruede no hacia dentro ni hacia fuera de sus bordes. La alineación
vertical de las caderas, piernas, rodillas, tobillos y pies debe ser
mantenida ya sea con las rodillas flexionadas o extendidas.
¿La rotación ideal es 180 grados?
Para el bailarín principiante la rotación
debe ser natural desde las caderas, esta puede se entre 90 y 100
grados. Para mantener igual el nivel de rotación en ambas piernas se
requiere una apropiada alineación y colocación del torso. La rotación
natural deberá mejorarse mediante la aplicación de estos principios y de
un adecuado control muscular. La rotación es un principio primario que
se aplica a toda la técnica del ballet. Durante el renacimiento el
ballet fue ejecutado inicialmente en los bailes de salón y luego se
trasladó al escenario. El vestuario que los bailarines usaron mientras
evolucionó el ballet llevó a que la rotación fuera la forma más
eficiente y estética de moverse en todas las direcciones, permitiendo
asumir cualquiera de las posiciones clásicas mientras se mostraban al
público. La rotación por lo tanto es el sello característico del ballet
clásico.
Una imagen que puede ayudarnos a
comprender el principio de la rotación es la idea de una “espiral
mágica”. Imaginemos que la espiral se inicia en la articulación de la
cadera, va por detrás de éstas y pasa por el muslo interno, rotándolo
hacia fuera; luego desciende por detrás de las rodillas envolviendo los
gemelos y rotándolos hacia fuera, continua descendiendo por la espinilla
rotando hacia fuera finalmente los talones y los pies.
- Distribución del peso (temp lié)
La distribución del cuerpo es crucial en la conservación del equilibrio y del movimiento eficiente del bailarín. La alineación es de suma importancia para la correcta distribución del peso en uno o en los dos pies. A medida que el bailarín se mueve, el peso del cuerpo se está recentrando continuamente sobre uno o los dos pies. En la posición a pie plano tos los cinco dedos y la planta del pie soportan el peso del cuerpo. El peso del cuerpo se centra verticalmente sobre un área triangular. Dicho triángulo conecta el metatarso del dedo gordo, el quinto metatarsiano y el tobillo. El bailarín debe trasladar el peso hacia los metatarsianos, ya sea que se encuentre apoyado en los dos pies, en uno o en releve (empinado sobre los metatarsianos). En releve el peso del cuerpo se encuentra sobre los metatarsianos y los cinco dedos del pie. El peso debe centrarse verticalmente entre el segundo y tercer metatarsianos para prevenir que el pie se ruede hacia dentro o hacia fuera; de esta manera el arco longitudinal del pie se encuentra perpendicular al piso.
- Postura
En los ejercicios y en las combinaciones
el bailarín asume una postura con el peso distribuido en ambos pues o
cuando pasa a través de las distintas posiciones de los pies. Para sumir
una apropiada postura del peso debe estar igualmente distribuido sobre
ambos pies. El bailarín aprende estas posiciones kinestésicamente, ya
sea para descansar o para recobrar el equilibrio antes de trasladar el
peso a un pie o a una dirección diferente.
- Transferencia del peso
La acción de trasladar el peso de dos
pies a uno, o de uno a dos, requiere una postura correcta. El bailarín
hace que la transferencia del peso se vea sin esfuerzo. Respirar con el
movimiento, usar la rotación y estirar el cuerpo hacia arriba (pull up)
permiten que los cambios de peso se vean fluidos y sin esfuerzo. Ser
capaz de ejecutar los cambios de peso es crucial para el logro de un
suave cambio de apoyo y de las direcciones que constituyen una parte
esencial del ballet.
Antes de realizar un cambio de peso de
dos pies a uno, el cuerpo se estira ligeramente hacia arriba y hacia el
lado de la pierna de apoyo en dirección diagonal entre las piernas y la
pelvis. El peso se traslada completamente a los metatarsianos de la
pierna de apoyo. Al regresar el peso a las dos piernas se debe trasladar
de nuevo el peso y distribuirlo correctamente entre ambos pies.
- Colocación
La colocación se refiere a la
conservación de los hombros y las caderas en el mismo plano y paralelas
la una a la otra en relación con el piso. Este principio le permite al
bailarín incrementar la claridad y la precisión en el manejo de las
direcciones mientras las piernas se mueven en las distintas direcciones.
El torso en ballet funciona como una unidad y ha sido percibido
generalmente como inmóvil, lo cual no es cierto. En realidad, el torso
se mueve sutilmente en relación con el fraseo de la respiración de los
movimientos y las combinaciones. La colocación del torso provee
estabilidad durante el desplazamiento de la pierna que trabaja, mientras
la pierna de apoyo se estira hacia arriba. La sensación kinestésica del
torso de un bailarín y la colocación llegan a ser más importantes
cuando se integran con cambios de direcciones en la barra y en el
centro.
Cuando las piernas se levantan del piso
en las distintas direcciones se involucran usualmente ajusten en la
cadera y en la columna. Cuando la pierna de trabajo se extiende
adelante, la pelvis y la columna comienzan a moverse después de 60
grados. El movimiento de las piernas al lado se limita aproximadamente a
los 45 grados y atrás el movimiento a los 15 grados. La idea de la
colocación es engañosa debido a la estructura anatómica del cuerpo. El
bailarín siempre tratará de mantener la línea horizontal de la cadera
nivelada, siempre con la imagen de las caderas enfocadas al frente en el
plano horizontal y buscando que la estabilidad, la distribución del
peso y la compensación trabajen en conjunto con la colocación.
- Elongación del torso (pull up)
Alongarse a través de las piernas, por
medio del estiramiento de las mismas desde el piso, involucrando la
musculatura abdominal y elevando el torso por encima de las caderas,
constituye un importante elemento técnico que contribuye a definir la
estética del ballet. Cuando apoyamos una o ambas piernas en el piso,
estas se estiran hacia arriba a través de la pelvis, para mantener el
máximo de su longitud. Esta acción previene al bailarín de “sentarse”
(hundirse) en las piernas, permitiendo el estiramiento de la pelvis y el
torso y, por lo tanto, dando mayor facilidad de movimiento en las
piernas. El bailarín involucra los músculos abdominales elevándolos
hacia arriba, desde el hueso púbico hasta el esternón, aumentando la
distancia entre las costillas y las caderas. Esta acción acompaña
simultáneamente un estiramiento hacia debajo de la columna por el plano
posterior hasta el piso, para mantener el control de las curvaturas de
la columna. Estas acciones opuestas levantan y centran
perpendicularmente el torso, consecuentemente permitiéndoles a las
piernas moverse libremente mientras el cuerpo parece flotar por encima
de ellas. El uso correcto de la elongación le permite al bailarín verse
ligero y con la capacidad de desafiar la gravedad.
- Compensación
Este concepto está relacionado con las
fuerzas opuestas que encontramos interviniendo constantemente en el
cuerpo. La gravedad y el peso corporal ejercen una fuerza hacia abajo;
los músculos proveen de la fuerza que compensa esta otra permitiéndonos
permanecer erguidos. Cuando se disminuye la tensión excesiva de los
músculos por medio de una correcta alineación postural, el bailarín
puede ejecutar sus movimientos con mayor facilidad. La respiración se
hace más fluida y el cuerpo funciona eficientemente.
Para cada acción debe existir una
reacción opuesta e igual. Cuando realizamos un movimiento hacia abajo el
cuerpo deberá estirarse hacia arriba antes de descender. En la técnica
de ballet, el bailarín intenta no hundirse o dejarse vencer por la
gravedad. Si movilizamos la pierna de trabajo adelante o atrás, el
cuerpo tenderá a moverse hacia delante o hacia atrás. Estas acciones se
presentan usualmente en los hombros, las caderas o en ambas. La
compensación impide que perdamos la colocación y elongación del cuerpo.
- Contrabalance
Esta acción consiste en la ligera
inclinación del torso hacia arriba y hacia delante cuando levantamos la
pierna atrás, por encima de los 20 grados. Debido a la conformación de
la parte posterior de las caderas, esta inclinación le permite a la
pierna subir sin presionar excesivamente la columna. El cuerpo debe
continuar manteniendo su colocación durante esta acción. La parte
anterior del torso se estira hacia arriba durante la inclinación hacia
delante del torso, mientras la pierna se estira al elevarse hacia atrás.
El cuerpo regresa a su posición alineada luego de haber finalizado el
movimiento atrás. La elongación de la columna cervical, dorsal y
toráxico, es esencial en este proceso.
- Aplomo
El aplomo es la línea vertical imaginaria
que se utiliza para evaluar la alineación y el centro vertical del
bailarín. Visto de frente en primera posición de ballet, la línea de
aplomo, también llamada línea central, se desplaza desde la parte
superior de la cabeza, a través de la mitad de la nariz, boca, mentón,
esternón, ombligo, la pelvis y el punto medio de los talones. Visto de
lado, la línea de aplomo desciende desde la parte superior de la cabeza
pasando por el frente del oído, a través de la parte media del hombro,
cadera y rodilla para caer finalmente en frente del hueso del tobillo.
El concepto de aplomo también se aplica
durante el movimiento. En este caso, consiste en la habilidad del
bailarín para cambiar de nivel desde el demi-plie hasta releve, y lo
contrario, mientras se controla y se centra el peso del cuerpo a través
de su eje vertical. Durante la ejecución de movimientos que trasladan el
peso de dos pies a uno o de uno a dos, el balance, la postura, la
transferencia del peso y el aplomo deben aplicarse de forma integrada.
Cuando el bailarín moviliza todas las partes de su cuerpo
constantemente, debe realizar ajusten para mantener el cuerpo alineado.
El aplomo le permite al bailarín moverse verticalmente hacia arriba y
hacia abajo en el espacio con confianza y gracia.
- Balance (Equilibrio)
El ballet considera el equilibrio desde
el punto de vista anatómico y estético. Para hallar el balance anatómico
debemos intersecar los tres planos del cuerpo: el frontal, que divide
el cuerpo en el planto anterior y posterior; el sagital, que lo divide
en lado derecho y lado izquierdo; y el transverso, que lo divide en
plano inferior y superior. El balance es un principio dinámico que el
bailarín trata de percibir en todo su cuerpo, ya sea en una posición
estática o durante el movimiento. Para estar en equilibrio, el bailarín
constantemente reajusta las relaciones internas de una o más partes del
cuerpo, ya sea mientras se conserva una pose, se desplacen las distintas
direcciones o se gire. Para lograr el equilibrio sobre uno o dos pies,
es necesario integrar las sensaciones de los conceptos de rotación,
elongación y alineación en una totalidad integrada. Estéticamente, el
bailarín selecciona las proporciones correctas del cuerpo para todas las
diversas posiciones, mostrando la armonía de sus partes en infinitas
relaciones.
Para mejorar su equilibrio, el bailarín
asimila la ejecución correcta de los ejercicios y los pasos en las
diferentes posiciones del ballet. Estas posiciones son el marco a través
del cual fluyen los movimientos del ballet otorgándole a este arte su
plasticidad característica.
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